jueves, 14 de abril de 2011

Capitulo 1 ~


Fue realmente curioso como comenzaron las lluvias a partir del momento que marco nuestras vidas. Las emociones parecían combinarse con el día nublado, los truenos resonando por doquier y aquella fuerza con la que caía el agua. O quizás yo era demasiado melodramática para asimilar que esas cosas pasan.
En medio de aquella escena emo en la que me encontrada recostada en la cama con el rostro empapado en lagrimas y con la cara roja, alguien llamo a la puerta.
-“Maldición… Y no hay nadie para que baje a abrir”.- Por un momento dude en hacerlo pero la insistencia me hizo bajar.
Quede atónita cuando al abrir la puerta la vi a ella…
-Sarah…- Murmuré con la expresión confundida al verla ahí frente de mi. De cierta manera daba algo de ternura ella… Mojada por la lluvia, con la mirada baja y a pesar de la seriedad en su rostro podría deducir que también había estado triste.
-Esta bien…- Susurró. –Si quieres… podemos volver a hablar pero, tendríamos que comenzar de cero…
-¡Sarah!- Repetí su nombre para abrazarla sin pensarlo dos veces. Sentía tanto gusto que perdonara mis insultos que hasta hace algunos días yo sostenía en contra de ella… y todo por no haberlo sabido hablar.

Por lo que pude conversar con ella ese día, todo sucedió hace 6 meses, poco antes de haber entrado a la misma preparatoria en la que Sarah y Fran estudiaban.

{Flashback}

-Hija… ¿Por qué tienes que ser así?
-Porque yo soy así y no pienso cambiar y me voy, que si no llego tarde.
En aquel entonces Sarah era un poco más reservada, callada. No gustaba mucho de hablar con los demás a excepción de los pocos amigos que tenia. Pero todo eso era parte de su forma de ser. Sobre todo era una joven muy bonita, de cabello largo y ondulado de color oscuro, su piel era morena clara de ojos cafés y muy lindas facciones.
-Hija espera…- Le hablo con suavidad más sabia que ella no se iba a detener. Simplemente termino de desayunar, tomo su mochila y salió de casa sin despedirse. Era parte de su actitud.
-“¿Acaso nadie entiende que a mi me gusta la manera en la que soy? El día que lo hagan seré inmensamente feliz, más de lo que ya lo soy.”- Se preguntaba y respondía a si misma en pensamientos, mientras se dirigía a la entrada de la preparatoria a unos cuantos metros ya.

-Uy, alguien viene de mal humor.
-Déjame en paz, Fran.
-Adivinaré… Te negaron el permiso para salir conmigo, te revelaste, hubo discusión, terminaste enojada y ahora quien pagara los platos rotos, seré yo.- Apresuro un poco el paso para alcanzarla y tomarla de los hombros. Al igual que ella cargaba sobre su hombro derecho una mochila azul marino sin emblemas. El en cambio era de piel blanca, oscura cabellera y corta pero que calzaba a la perfección con el color azul de ojos que tenía. Era uno de los más populares en la escuela y carismático, quizá por ser tan atractivo.  
-De verdad, es que no se que habré hecho yo para merecer semejante castigo. No solo mis padres viven al otro lado del universo del que yo vivo, sino que viene a hablarme un sujeto raro con no se que intenciones, ufff, es mi día de suerte.
-Y la fanática de los Beatles ha hablado. ¡Alabados sean los Beatles!- Reía entre comentarios. –Momento. ¿Sujeto raro con “no se que intenciones”? Sarah me asusta que pienses eso de mi, yo sería incapaz de…
-Ahá, cállate y date prisa o entraremos tarde a clases. No querrás que la profesora se ponga filosófica nuevamente ¿O si?
La joven acelero el paso sin interesar el que la alcanzará o no,  a fin de cuentas siempre estaba tras de ella ó al menos eso pensaba.

-Tal vez debería ser más humilde por algún tiempo, digo… Solo mientras me dan permiso.- Comentaba ya sobre su escritorio por un lado de su joven amigo con libro en mano.
-Tal vez no sea tan mala idea cancelar la salida. Las cosas se me complicarán un poco con la llegada de mi primo.- Le respondió.
-¿Por?
-Digamos que tendré que estar con Raúl para que conozca la ciudad, la escuela, etc. Si salimos lo más prudente es que saliera con nosotros.
-¡No me Jo…! – Bajo el tono de vos cuando se dio cuenta que llamo la atención de sus compañeros ya un poco mas discreta. –No me jodas… Tanto insistirles a mis padres y ganarme regaños por esa salida para ahora ¿no salir? Pero bueno… Es una salida de amigos, no tiene nada de malo que venga tu primo.
-Exacto.- Sonrió. –Solamente amigos.
-Ahá, solamente eso.- Enfatizó ya un poco más seria.
-Así es.
-Perfecto.
-Muy bien.- El por su parte continuaba con el sarcasmo.
-Genial.
-Maravilloso-
-¿Podrías callarte ya, Fran?
-Jajajá. Como siempre gané.
-No se que ganaste. Pero lo que sea no quiero saberlo.
-Cuando te enojas te vez aun más linda.
-Es porque lo soy, lo sé.
Aunque intentó disimularlo su sonrisa la delato en que agrado de ese comentario.
Desde que entraron en la preparatoria, tanto él como ella comenzaron a dialogar por los trabajos en equipos impuestos por una de sus profesoras. Aunque al principio Sarah era bastante seca, poco sociable y bastante arrogante en ocasiones, Francisco logro ganarse algo de su confianza durante las horas de “estudios”.
Para las demás chicas la morena de ojos claros representaba cierta molestia por compartir la mayor parte del tiempo con él.

No volvieron a hablar durante la clase, por alguna razón pareció molestarse en serio con él, puesto ni siquiera le dirigió la palabra al salir del salón en hora de receso.

-“Idiota. No pudo preguntarme que era lo que quería yo. En fin… tal parece que no saldré a ningún lado el fin de semana”.- Pensaba al lavarse la cara en los baños de mujeres.

-¡Sarita! Que bueno que te veo.- Con ese espantoso tono de vos de niña mimada se acercó Susana a ella tocándole el cabello como si fuesen las mas grandes “amigas”. –Fíjate que he estado pensando…-
-¿Ah si? ¿Piensas?- Le respondió con tal sonrisa apócrifa en su expresión facial. –Mira eso si que es nuevo.
-Hahahá, ¿verdad que sí?- Noto su arrogancia pero intento disimular ello. –Te decía, querida. Yo y mis amigas estábamos pensando en que seria bueno te inscribieras en el club de natación. Te hemos visto practicar y realmente eres muy buena y aunque los entrenamientos de primero son algo duros contaras con nuestro apoyo.- Sonreía ampliamente esta joven de rojos cabellos y ojos verdes. A pesar de ser algo tonta era una de las más bonitas en la preparatoria.
-No me digas… Adivinaré… Estas buscando la forma de pasar más tiempo con Franciscos y crees que entreteniéndome con tus clasecitas de natación lo lograrás, pero adivina.- Extendió su mano para cerrar los dos primeros botones que tenia la camisa de Susana desabrochados. –No tienes que sacrificar tu tiempo enseñándome nada. A Francisco, te lo regalo así, completito para ti y nadie más. Así que, cuando quieras puedes tomarlo. Chau, “hermosa”-  No la dejo ni hablar en el momento en que le dio la espalda y salió de los baños ya después bastante molesta por ello. Y aunque lo que había dicho no era más que para fastidiar a su amigo, la fastidiada terminaría siendo ella si él realmente aceptaba salir con alguien como lo era la pelirroja. Eso era lo que pensaba.

Más tarde en la última clase.

-Sara. Préstame un borrador.- Murmurando sin ladear mucho el rostro le pidió Fran mientras la profesora escribía al pizarrón y explicaba lo que les mostraba.
-No tengo.- Respondía seca y cortante.
-Si tienes, tienes el mío.
-Ahh…- Lo saco de su mochila y lo dejo por un lado de su libreta sin hacer más énfasis en ello.
-No se como le voy a hacer, pero saldré contigo solamente. Por favor, ya no estés así.
-Jm... De...- Antes de responderle se vio interrumpida por su maestra.
-¡A ver. Si tienen algo que platicar se pueden ir al pasillo! Francisco, Sara. ¿Me entendieron?
Ambos guardaron silencio solamente agachando el rostro hasta que esta nuevamente volvió al pizarrón.

-Ya te lo dije, saldremos solos tú y yo.- Con todo y la advertencia solo bajo aun más su tono de vos aparentando.
-Esta bien…

Finalmente al terminar las clases como todos los días salieron juntos. Él traía coche y siempre la llevaba a su casa después de la jornada de estudios.

-¡¡Así que me vendiste con la pesada de Susana!! Jajá, no sabes cuanto te lo agradezco ahora la tendré encima jodiéndome todo el tiempo con que tú quien se supone es mi amiga anda haciendo eso.
-No te vendí ya que no obtuve nada a cambio. Te regalé y eso te pasa por hacerme eno… bah.
-Tanto te molestó lo de Raúl, supongo. Sara… ¿Acaso quieres estar conmigo a solas?
-Me da igual.- De nueva cuenta parecía ponerse seria, pero no enojada, simplemente sin importarle su comentario.
-Entonces lo llevaré con nosotros.
-Si quieres.
-¿Sabes que seria bueno para que no se aburra mi primo?
-¿qué?
-Invitar a Susana con nosotros.
-¡No! ¿Estás loco? Nos echará a perder la tarde D:  Aunque no es mala idea que vaya alguien más con nosotros. Buscaré a una chica. Tú podrías preguntarle a tu primo que gustos tiene.
-Jajajá. Me agrada, pero dudo mucho que encuentres a alguien de los gustos de Raúl.
-¿Dudas de mi capacidad para encontrarle compañía?
-Te lo pondré así. Sara tú eres muy bonita, ¿sabes?- La chica dirigió la mirada por la ventanilla del auto para disimular el sonrojo en sus mejillas por las palabras de él. –Demasiado, así que nuestra opción ya que me regalaste  sería que fueras tú con mi primo.
-Uuuhhhhhh, si quieres salir con ella puedes hacerlo solo, no tengo problema.
-Es eso o buscamos otra candidata, sinceramente dudo que la podamos encontrar.
-Hm. Yo la encontraría para antes del fin de semana, pero ¿Qué gano a cambio?
-Mm… veamos, si consigues una chica que le guste a mi primo y con la que se lleve bien para que sea ella su guía de turista y no yo, te regalaría mi coche.
-¡Hecho!-
Aunque Francisco estaba convencido de que no habría tal chica, Sara realmente se había decidido; después de todo ¿Quién era tan tonto como para apostar su coche?
~Continuará~

1 comentario:

  1. LLegue º-º

    Adiiuuu Pereza!!!... ahh me encanto!!!
    ¿Por que sera que me identifique con Sarah? xD

    Lo ame lo ame!!... te dije que te admiro y que quiero ser como tu xD... ahh es que es tan genial!!... dos historias geniales de alguien genial!

    Te quiero Adiiuu... esposha mia! ahahaha xD

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